martes, 27 de octubre de 2015

Conexiones que nos alejan…

“No corresponde a los jóvenes entendernos, sino a nosotros comprenderlos a ellos.

Al fin y al cabo, no podrían ponerse en nuestro lugar y, en cambio, nosotros ya hemos ocupado el de ellos”.                                                                                        André Marcel


¿Qué es la juventud?... definir juventud es referirnos a ese lapso de tiempo transitorio entre la pubertad y la adultez. Ahora bien, esto no ha sido así a lo largo de la historia. La juventud a lo largo del tiempo ha sido considerada de muy distintas maneras, tal como lo señala Beatriz Sarlo, ensayista argentina en el ámbito de la crítica literaria y cultural, en su texto “Escenas de la vida posmoderna” (2004), “en 1900, esa mujer inmigrante que ya tenía dos hijos no se pensaba muy joven a los diecisiete y su marido, diez años mayor que ella, era un hombre maduro. Sin embargo, esta acepción de juventud tuvo cambios drásticos a lo largo del siglo XX. De esta manera en el año 1983 la ONU acuña el término “juventud” en perspectiva de clasificación etérea y define como jóvenes a todas aquellas personas que tienen entre 15 y 24 años. En conclusión la juventud es un concepto relativo que no está totalmente definido en edades específicas y como consecuencia se caracteriza por ser muy versátil y flexible.

En el siglo XX han sucedido cambios en los cuales se nota un desarrollo galopante de las tecnologías. Es en esta parte donde participa de forma activa y mayoritaria, la juventud. En el caso preciso de las nuevas formas de comunicación, tenemos el desarrollo  del teléfono celular e internet. Tal como lo indica la licenciada en educación María Cecilia Acosta al realizar un estudio sobre “Tecnología y Nuevas Tecnologías de Comunicación (TICS)”, las nuevas formas de comunicación son tan diversas, que actualmente superan al sistema educativo, convirtiéndose en cierto modo más influyente internet, que las enseñanzas escolares.

En referencia a este desarrollo tecnológico, Jesús Martín Barbero, Maestro en Antropología egresado en la Escuela de Antropología e Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México, nos aporta de manera muy directa a través de su texto “Jóvenes: Comunicación e identidad” (2002), que se percibe la existencia de una nueva generación fundamentada en la época electrónica, de la cual parece surgir un nuevo país, sin distinción de raza ni espacios geográficos.

¡Qué bueno! Una nueva generación, un nuevo tipo de vida. Todos tendremos la capacidad de estar realmente organizados. Una proeza de magnitud astronómica, la cual nos llevará a un mejor mundo. ¿Será que ahora el mundo es de color rosa? ¿No existen los errores?, al llevarnos a esta inmersión en la tecnología se ha dejado de lado un aspecto tan importante como lo es el ser humano en sí…
Las nuevas tecnologías facilitan cada vez más la comunicación sin importar distancias ni tiempos, de esto no cabe duda. Lo realmente preocupante es esa transición del hombre en físico, a ese nuevo hombre cibernético. En esta transición se ha observado un ejemplo tan simple como son los juegos de niños. En décadas anteriores estos jugaban en los parques, montaban bicicleta, corrían y conocían el mundo en contacto directo. Ahora, con las nuevas tecnologías se ha visto ampliamente reducida esta capacidad de percibir el mundo de una manera directa y tangible. Son más las horas que un infante se entretiene con juegos como el wii, nintendo, y navegando en internet, que aquellas en las que está en contacto directo con otras personas, naturaleza y el resto del mundo.

El uso de las tecnologías al comienzo puede ser visto como una herramienta de comunicación y entretenimiento, la problemática se presenta cuando el empleo continuado y habitual de estas TICS, es más importante que la actividad física e interacción humana. Debido a esto, tenemos en los últimos tiempos la presencia notoria de las tecno-adicciones, sin contar otras patologías no menos graves.
Encontramos así un estudio realizado por la oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid en el año 2004 el cual señala que un 49 % de los jóvenes de 17 años, usuarios de telefonía móvil declaraban haberse sentido "agobiados o pasarlo fatal" cuando han tenido que prescindir temporalmente de su uso. Otro de los resultados del estudio recogía que para el grupo de población de entre 11 y 17 años, un 10 % reaccionó "pasándolo fatal" ante la imposibilidad de usar el móvil y un 28 % se sintió "agobiado”, un estado de ánimo que, según los expertos, puede ser indicativo de padecer una conducta adictiva.

Un caso dramáticamente observado es la conducta tomada ante los dispositivos  móviles de la marca Blackberry, boom específico de las adicciones por telefonía celular. Esta adicción se ve afianzada debido a condiciones de aceptación social y satisfacción personal, ya que la mayoría de los jóvenes que hacen uso de esta tecnología no lo hacen de manera eficiente,  más bien lo utilizan como una manera de tener un ficticio estatus alto y estar a la moda.
Con el uso continuo de esta tecnología se presentan problemas de salud, como lo es comúnmente la tendinitis en el pulgar. Además existen otras afecciones, no de tipo físico sino psicológico. En las reuniones entre jóvenes, los cuales todos poseen su dispositivo móvil, se presentan escenas en las cuales sólo existe la presencia física de las personas, ya que su mente está en aquella linda playa de la cual un amigo, que no está presente, le envía a través de un chat o mensaje de texto lo que pasó en sus últimas vacaciones y si no es suficiente con tener ese relato, dicha playa no se queda solo en la imaginación ¡También tienes las fotos en el facebook!, al cual eres capaz de conectarte desde estos dispositivos. Por otro lado, están aquellas interminables hileras de actualizaciones del Twitter, o simplemente un SMS o bb pin con algún chistecito. En conclusión, todos están utilizando sus móviles para comunicarse con alguien que no está allí en ese momento y vemos que en esa reunión todos están hipnotizados por la cibercomunicación. Esta situación, incómoda, es un claro ejemplo de esa “desconexión” de los unos con los otros, que separa a los jóvenes de encuentros personales y tangibles para llevarlos al ciberespacio.

Según indican los expertos en el tema, la adicción con la telefonía móvil es tan fuerte que los tratamientos para combatir estas conductas adictivas son similares a lo que se aplican a los usuarios de drogas.

Otra de las nuevas TICS es el portal de internet Facebook, una red social que actualmente cuenta con más de 60 millones de usuarios a nivel mundial. Con respecto a esta TIC, advierte el catedrático de Psicología de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de España, Enrique Echeburúa, que el aumento del uso de la red social Facebook dentro de la población conformada por los jóvenes, es una clara muestra de cómo pueden llegar a habituarse estas personas al citado medio virtual de interacción. Entre las decisivas afirmaciones del profesional, las cuales indican situaciones negativas que puede causar el uso extremo de este grupo en el espacio virtual encontramos el aislamiento social.

Este aislamiento social es una consecuencia que se produce cuando la persona presta más atención a sus relaciones virtuales que al desarrollo pleno de su personalidad dentro de un entorno real y físico, situación que queda de manifiesto en el aumento de visitas que alguien perteneciente a la red como usuario(a) desea imponer sobre otras prioridades. El joven o la joven sienten que sólo tienen una verdadera aceptación cuando ingresan a estas redes porque sólo tienden a destacar lo positivo, la parte que todos queremos que vean de nosotros, la negación de defectos y el establecimiento de relaciones que sólo buscan una satisfacción inmediata.

De igual forma un segundo aspecto que complementa el artículo hace mención a que solo lo bueno del perfil se destaca en su creación, como lo son los perfiles falsos, que es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los usuarios de la citada red social. Este fenómeno obedece a que algunas personas desean saber una información específica de alguien que les interesa, haciéndose pasar por un bienintencionado contacto que sólo quiere establecer una relación de compañerismo más, procedimiento muy empleado por ejemplo de parte de parejas celosas y desconfiadas, o peor aún por personas con fines oscuros e ilícitos.

El tercer aspecto al que apuntó el psicólogo Echeburúa en relación a la adicción de los jóvenes al Facebook, es la llamada automedicación digital. Es esta una condición en la que la persona pretende escapar de todos sus inconvenientes visitando la consoladora presencia de la Internet tal y como ellos la asumen.

Ahora bien, el catedrático ha señalado que no hay que ser alarmistas, ya que es un 6% de la población los que integran los adictos a internet, pero ha advertido que es “suficiente” para considerarlo y hacer campañas de prevención.

Muchas veces los jóvenes no se percatan de esta adicción, ya que se ha venido dando de una manera casi natural el escuchar conversaciones referentes a esta red social a la cual la mayoría pertenece. Tal como lo señalan varias páginas en internet hay “síntomas” de ser adicto a esta red social. Algunos de estos síntomas, reseña el analista tecnológico Armando Servantes, suelen ser: sentimiento de popularidad al ser “etiquetado” en una foto, orgullo por la cantidad de “amigos” que tiene en su página, creación de grupos en los cuales quiere unir a dichos “amigos” y a todo aquel que pueda, sentimiento de grandeza porque le deseen “cumpleaños feliz” en su muro.

A través de esta desconexión personal se ha venido perdiendo el vínculo familiar, base importante para la formación personal de cualquier individuo al comienzo de su vida. Debido a que no se dan esas reuniones entre las familias para hablar, reflexionar o simplemente pasar un rato juntos y en el caso de que se dé una reunión de este tipo en algún momento esta conexión se ve interrumpida (de manera poco notoria) por algún “bb pin”, llamada telefónica o mensaje de texto. De modo que estas tecnologías que en su base son para “acercarnos”, cumplen con una función totalmente contraria. Si continúa el modelo de las comunicaciones tal y como se ha venido desarrollando en los últimos años, solo será cuestión de una década y media para que la conexión personal tangible sea solo una cuestión poco común y del pasado, con lo cual se vería un completo deterioro del ser humano.
Como lo señala Umberto Eco, escritor y filósofo italiano, experto en semiótica (ciencia básica del funcionamiento del pensamiento), haciendo referencia a la pérdida del conocimiento veraz  ''Hoy existe el peligro de que 6.000 millones de personas tengan 6.000 millones de enciclopedias distintas y ya no puedan entenderse entre ellos para nada''. De modo que al no existir un punto de encuentro en común en el conocimiento, no existirían criterios para un saber global en el cual se puedan dar las bases a las distintas ciencias y estudios.

Ahora bien, actualmente nos encontramos frente a este amplio abanico de tecnologías, las cuales si no se toman las medidas de control necesarias desencadenarán situaciones nada positivas. Es necesario que se tome conciencia sobre el uso de las TICS para que éstas, en vez de convertirse en factores negativos nos sirvan como herramientas útiles para nuestras vidas.

Vale citar la realización de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, llevada a cabo por la ONU en diciembre de 2003, en la cual se tomó importancia al papel de la juventud, cuando se estipuló que “Toda propuesta, plan de acción y programa de seguimiento deberá incorporar las necesidades y contribuciones de los/las jóvenes. Los/las jóvenes deberán ser integrados en tanto que participantes del proceso, según lo estipulado en el Programa de Acción Mundial para la Juventud hasta el Año 2000 y Años Subsiguientes.”

Finalmente, es necesario que las generaciones pasadas comprendan a la juventud actual y entre todos se tome conciencia sobre el uso de las TICS tomando en cuenta sus pro y contra. Además, la educación debe cambiar los métodos de enseñanza, dado a que a pesar de poseer las más altas tecnologías se utiliza la misma sistemática antigua. ¿Será que los humanos se doblegarán a su propia creación tecnológica? ¿Es posible esa unión tangible entre las personas existiendo estas tecnologías? ¿Es totalmente cierto que nos comunicamos eficientemente con las TICS? ¿Con la Tecnología, seremos todos adictos…? Recuerdo aquella época en la cual todos bailábamos hasta el cansancio, reíamos y cuando en la sala grande tomando chocolate caliente espeso y con un divino aroma, los ancianos contaban historias con una voz que estremecía y nos llevaba a mundos de ensueño…
Angel DC.


PD: Texto escrito en el año 2010, el cual luego de varios "intentos" por publicar en algunos medios no "coló", sin embargo, es un texto que tenía pendiente por compartir.

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Luego de un buen tiempo por el mundo de la Internet, habiendo creado uno previo al que luego designaré si dar uso o no, llamado Energía sobre ruedas, el día de hoy comienzo con el blog. Publicaré en la medida de lo posible, lo que encuentre interesante... 

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