“No corresponde a los
jóvenes entendernos, sino a nosotros comprenderlos a ellos.
Al fin y al cabo, no
podrían ponerse en nuestro lugar y, en cambio, nosotros ya hemos ocupado el de
ellos”.
André Marcel
¿Qué es la juventud?... definir juventud es
referirnos a ese lapso de tiempo transitorio entre la pubertad y la adultez.
Ahora bien, esto no ha sido así a lo largo de la historia. La juventud a lo
largo del tiempo ha sido considerada de muy distintas maneras, tal como lo
señala Beatriz Sarlo, ensayista argentina en el
ámbito de la crítica literaria y cultural, en su texto “Escenas de la vida posmoderna” (2004), “en 1900, esa mujer inmigrante que ya tenía
dos hijos no se pensaba muy
joven a los diecisiete y su marido, diez años mayor que ella, era un hombre
maduro”. Sin embargo, esta
acepción de juventud tuvo cambios drásticos a lo largo del siglo XX. De esta
manera en el año 1983 la ONU acuña el término “juventud” en perspectiva de
clasificación etérea y define como jóvenes a todas aquellas personas que tienen
entre 15 y 24 años. En conclusión la juventud es un concepto relativo que no
está totalmente definido en edades específicas y como consecuencia se
caracteriza por ser muy versátil y flexible.
En el siglo XX han sucedido cambios en los
cuales se nota un desarrollo galopante de las tecnologías. Es en esta parte
donde participa de forma activa y mayoritaria, la juventud. En el caso preciso de
las nuevas formas de comunicación, tenemos el desarrollo del teléfono celular e internet. Tal como lo
indica la licenciada en educación María Cecilia Acosta al realizar un estudio
sobre “Tecnología y Nuevas Tecnologías de Comunicación (TICS)”, las nuevas
formas de comunicación son tan diversas, que actualmente superan al sistema
educativo, convirtiéndose en cierto modo más influyente internet, que las
enseñanzas escolares.
En referencia a este desarrollo tecnológico,
Jesús Martín Barbero, Maestro en Antropología egresado en la Escuela de
Antropología e Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México, nos aporta de manera muy directa a
través de su texto “Jóvenes: Comunicación e identidad” (2002), que se percibe
la existencia de una nueva generación fundamentada en la época electrónica, de
la cual parece surgir un nuevo país, sin distinción de raza ni espacios
geográficos.
¡Qué bueno! Una nueva generación, un nuevo tipo
de vida. Todos tendremos la capacidad de estar realmente organizados. Una
proeza de magnitud astronómica, la cual nos llevará a un mejor mundo. ¿Será que
ahora el mundo es de color rosa? ¿No existen los errores?, al llevarnos a esta
inmersión en la tecnología se ha dejado de lado un aspecto tan importante como
lo es el ser humano en sí…
Las nuevas tecnologías facilitan cada vez más
la comunicación sin importar distancias ni tiempos, de esto no cabe duda. Lo
realmente preocupante es esa transición del hombre en físico, a ese nuevo
hombre cibernético. En esta transición se ha observado un ejemplo tan simple
como son los juegos de niños. En décadas anteriores estos jugaban en los
parques, montaban bicicleta, corrían y conocían el mundo en contacto directo. Ahora,
con las nuevas tecnologías se ha visto ampliamente reducida esta capacidad de
percibir el mundo de una manera directa y tangible. Son más las horas que un
infante se entretiene con juegos como el wii, nintendo, y navegando en internet,
que aquellas en las que está en contacto directo con otras personas, naturaleza
y el resto del mundo.
El uso de las tecnologías al comienzo puede ser
visto como una herramienta de comunicación y entretenimiento, la problemática
se presenta cuando el empleo continuado y habitual de estas TICS, es más
importante que la actividad física e interacción humana. Debido a esto, tenemos
en los últimos tiempos la presencia notoria de las tecno-adicciones, sin contar
otras patologías no menos graves.
Encontramos así un estudio realizado por
la oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid en el año 2004 el
cual señala que un 49 % de los jóvenes de 17 años, usuarios de telefonía móvil
declaraban haberse sentido "agobiados
o pasarlo fatal" cuando han tenido que prescindir temporalmente de su
uso. Otro de los resultados del estudio recogía que para el grupo de población
de entre 11 y 17 años, un 10 % reaccionó "pasándolo
fatal" ante la imposibilidad de usar el móvil y un 28 % se sintió "agobiado”, un estado de ánimo que,
según los expertos, puede ser indicativo de padecer una conducta adictiva.
Un caso dramáticamente observado
es la conducta tomada ante los dispositivos móviles de la marca Blackberry, boom
específico de las adicciones por telefonía celular. Esta adicción se ve afianzada
debido a condiciones de aceptación social y satisfacción personal, ya que la
mayoría de los jóvenes que hacen uso de esta tecnología no lo hacen de manera
eficiente, más bien lo utilizan como una
manera de tener un ficticio estatus alto y estar a la moda.
Con el uso continuo de esta tecnología
se presentan problemas de salud, como lo es comúnmente la tendinitis en el
pulgar. Además existen otras afecciones, no de tipo físico sino psicológico. En
las reuniones entre jóvenes, los cuales todos poseen su dispositivo móvil, se
presentan escenas en las cuales sólo existe la presencia física de las
personas, ya que su mente está en aquella linda playa de la cual un amigo, que
no está presente, le envía a través de un chat o mensaje de texto lo que pasó en
sus últimas vacaciones y si no es suficiente con tener ese relato, dicha playa
no se queda solo en la imaginación ¡También tienes las fotos en el facebook!, al
cual eres capaz de conectarte desde estos dispositivos. Por otro lado, están
aquellas interminables hileras de actualizaciones del Twitter, o simplemente un
SMS o bb pin con algún chistecito. En conclusión, todos están utilizando sus
móviles para comunicarse con alguien que no está allí en ese momento y vemos
que en esa reunión todos están hipnotizados por la cibercomunicación. Esta
situación, incómoda, es un claro ejemplo de esa “desconexión” de los unos con
los otros, que separa a los
jóvenes de encuentros personales y tangibles para llevarlos al ciberespacio.
Según indican los expertos en el
tema, la adicción con la telefonía móvil es tan fuerte que los tratamientos
para combatir estas conductas adictivas son similares a lo que se aplican a los
usuarios de drogas.
Otra de las nuevas TICS es el
portal de internet Facebook, una red social que actualmente cuenta con más de
60 millones de usuarios a nivel mundial. Con respecto a esta TIC, advierte el catedrático
de Psicología de la Universidad
Internacional Menéndez Pelayo de España, Enrique Echeburúa, que el aumento del uso de la red social
Facebook dentro de la población conformada por los jóvenes, es una clara
muestra de cómo pueden llegar a habituarse estas personas al citado medio
virtual de interacción. Entre las decisivas afirmaciones del profesional, las
cuales indican situaciones negativas que puede causar el uso extremo de este
grupo en el espacio virtual encontramos el aislamiento social.
Este
aislamiento social es una consecuencia que se produce cuando la persona presta
más atención a sus relaciones virtuales que al desarrollo pleno de su personalidad
dentro de un entorno real y físico, situación que queda de manifiesto en el
aumento de visitas que alguien perteneciente a la red como usuario(a) desea
imponer sobre otras prioridades. El joven o la joven sienten que sólo tienen
una verdadera aceptación cuando ingresan a estas redes porque sólo tienden a
destacar lo positivo, la parte que todos queremos que vean de nosotros, la
negación de defectos y el establecimiento de relaciones que sólo buscan una
satisfacción inmediata.
De igual
forma un segundo aspecto que complementa el artículo hace mención a que solo lo
bueno del perfil se destaca en su creación, como lo son los perfiles falsos,
que es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los usuarios de
la citada red social. Este fenómeno obedece a que algunas personas desean saber
una información específica de alguien que les interesa, haciéndose pasar por un
bienintencionado contacto que sólo quiere establecer una relación de
compañerismo más, procedimiento muy empleado por ejemplo de parte de parejas
celosas y desconfiadas, o peor aún por personas con fines oscuros e ilícitos.
El tercer
aspecto al que apuntó el psicólogo Echeburúa en relación a la adicción de los
jóvenes al Facebook, es la llamada automedicación digital. Es esta una
condición en la que la persona pretende escapar de todos sus inconvenientes
visitando la consoladora presencia de la Internet tal y como ellos la asumen.
Ahora bien, el catedrático ha señalado que no hay que ser
alarmistas, ya que es un 6% de la población los que integran los adictos a
internet, pero ha advertido que es “suficiente”
para considerarlo y hacer campañas de prevención.
Muchas veces los jóvenes no se percatan de esta
adicción, ya que se ha venido dando de una manera casi natural el escuchar
conversaciones referentes a esta red social a la cual la mayoría pertenece. Tal
como lo señalan varias páginas en internet hay “síntomas” de ser adicto a esta
red social. Algunos de estos síntomas, reseña el analista tecnológico Armando
Servantes, suelen ser: sentimiento de popularidad al ser “etiquetado” en una
foto, orgullo por la cantidad de “amigos” que tiene en su página, creación de
grupos en los cuales quiere unir a dichos “amigos” y a todo aquel que pueda, sentimiento
de grandeza porque le deseen “cumpleaños feliz” en su muro.
A través de esta desconexión personal se ha
venido perdiendo el vínculo familiar, base importante para la formación personal
de cualquier individuo al comienzo de su vida. Debido a que no se dan esas
reuniones entre las familias para hablar, reflexionar o simplemente pasar un
rato juntos y en el caso de que se dé una reunión de este tipo en algún momento
esta conexión se ve interrumpida (de manera poco notoria) por algún “bb pin”,
llamada telefónica o mensaje de texto. De modo que estas tecnologías que en su
base son para “acercarnos”, cumplen con una función totalmente contraria. Si
continúa el modelo de las comunicaciones tal y como se ha venido desarrollando
en los últimos años, solo será cuestión de una década y media para que la
conexión personal tangible sea solo una cuestión poco común y del pasado, con
lo cual se vería un completo deterioro del ser humano.
Como lo señala Umberto Eco, escritor y filósofo
italiano, experto en semiótica
(ciencia básica del funcionamiento del pensamiento), haciendo referencia a la pérdida del
conocimiento veraz ''Hoy
existe el peligro de que 6.000 millones de personas tengan 6.000 millones de
enciclopedias distintas y ya no puedan entenderse entre ellos para nada''. De modo que al no existir un punto de
encuentro en común en el conocimiento, no existirían criterios para un saber
global en el cual se puedan dar las bases a las distintas ciencias y estudios.
Ahora bien, actualmente nos encontramos frente a este amplio abanico de
tecnologías, las cuales si no se toman las medidas de control necesarias
desencadenarán situaciones nada positivas. Es necesario que se tome conciencia
sobre el uso de las TICS para que éstas, en vez de convertirse en factores
negativos nos sirvan como herramientas útiles para nuestras vidas.
Vale citar la realización de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la
Información, llevada a cabo por la ONU en diciembre de 2003, en la cual se tomó importancia al papel de la
juventud, cuando se estipuló que “Toda
propuesta, plan de acción y programa de seguimiento deberá incorporar las
necesidades y contribuciones de los/las jóvenes. Los/las jóvenes deberán ser integrados
en tanto que participantes del proceso, según lo estipulado en el Programa de
Acción Mundial para la Juventud hasta el Año 2000 y Años Subsiguientes.”
Finalmente, es necesario que las generaciones pasadas comprendan a la juventud
actual y entre todos se tome conciencia sobre el uso de las TICS tomando en
cuenta sus pro y contra. Además, la educación debe cambiar los métodos de
enseñanza, dado a que a pesar de poseer las más altas tecnologías se utiliza la
misma sistemática antigua. ¿Será que los humanos se doblegarán a su propia
creación tecnológica? ¿Es posible esa unión tangible entre las personas existiendo
estas tecnologías? ¿Es totalmente cierto que nos comunicamos eficientemente con
las TICS? ¿Con la Tecnología, seremos todos adictos…? Recuerdo aquella época
en la cual todos bailábamos hasta el cansancio, reíamos y cuando en la sala
grande tomando chocolate caliente espeso y con un divino aroma, los ancianos
contaban historias con una voz que estremecía y nos llevaba a mundos de
ensueño…
Angel DC.
PD: Texto escrito en el año 2010, el cual luego de varios "intentos" por publicar en algunos medios no "coló", sin embargo, es un texto que tenía pendiente por compartir.